martes, 1 de febrero de 2011

"¡Esfuérzate, porque vas a llegar!

Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces.
Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas,
ni recoge rosas sin sentir sus espinas.

Nadie llega a la otra orilla sin haber ido haciendo puentes para pasar.
Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad.
Nadie encuentra el pozo del placer hasta caminar por la sed del desierto.
Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces
que perseguía un imposible.

Nadie reconoce la oportunidad hasta que ésta pasa por su lado y la deja ir.
Nadie alcanza la meta con un sólo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura con un sólo vuelo.

Nadie recoge cosechas sin probar muchos sabores,
enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra.

Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones,
ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad,
ni llega al puerto sin remar muchas veces.

Nadie hace obras sin martillar sobre su edificio,
ni cultiva amistad sin renunciar a sí mismo,
ni se hace hombre ó mujer sin sentir dolor.

Nadie deja de llegar a su meta,
cuando tiene la claridad de un don,
el crecimiento de su voluntad, la abundancia de la vida,
el poder para realizarse y el impulso de Dios.

Nadie deja de llegar cuando de verdad se lo propone.
Saca todo lo que tienes y confías en ti.
¡Esfuérzate, porque vas a llegar!

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